La media roja
Quería comenzar su día encontrando las medias. No era tanto pedir. Arrancar por metas pequeñas.. Había decidido que esa semana solo iba a hacer cosas que la entusiasmaran y que fueran disparatadas, sin sentido. Ergo, buscar la media durante cuarenta minutos no era una forma tan mala de empezar. Focalizada en seguir su deseo, determinada a ponerse medias rojas con una pollera violeta y una remera negra a lunares. Un éxito! Mejor no podría arrancar! Claro que las cosas era más complicadas de lo que ella esperaba. Ya había revuelto medio departamento y la media no aparecía. Solo una tenía en la mano y lo chequeaba cada tanto por si se había equivocado y tenía las dos. Ni hablar las veces que revisó el cajón de las medias. Incontables las oportunidades que miro adentro del lavarropas, en el tacho de la ropa sucia y abajo del tender (uno nunca sabe). Pero la media revelada aún se negaba a aparecer. A esta altura, ya era un desafío. Para ella y para la media. La media se escondía en al